viernes, 4 de enero de 2008

Aportacion de la asociacion

Despues de luchar un tiempo para publicar la revista y luego venderla, por fin los primeros resultados se dejan ver. El pasado 17 de noviembre la asociación "El Viajero Solidario" donó 600 Euros recaudados con la venta del primer numero de la revista a la "Fundacion Juan Bonal". Con este dinero colaboramos con el proyecto que la fundación esta llevando a cabo en Ruanda para la prevención de la transmisión del SIDA de madres a hijos.


Calendario solidario 2008

Tenemos ya a la venta el calendario solidario 2008 al precio de 3 euros cuyos beneficios iran destinados al orfanato de Patan en Katmandhu y a la Fundacion Juan Bonal con las que colaboramos. Podeis adquirirlo en la Copisteria Arenal (c/ Pedro Cerbuna 9).


Entrevista "El periodico de Aragon"

“El viajar a países del tercer mundo te hace más sensible”


Entrevista realizada por Rosa Castro Cavero, publicada en el suplemento social ESPACIO3 de El Periódico de Aragón, el 29 de diciembre de 2007

Ángel Álvarez es un viajero solidario, que aprovecha sus vacaciones para conocer otras realidades y colaborar en proyectos de cooperación. En los últimos 20 años ha viajado a unos 50 países, que no figuran en las agencias de viajes convencionales. Ha conocido la miseria, la injusticia en que viven poblaciones africanas, asiáticas o americanas privadas de lo más básico, y ha decidido contribuir creando, junto a otros amigos con semejante inquietud, la Asociación el Viajero Solidario, que desde hace tres meses organiza conferencias, edita una revista, vende calendarios… Los fondos se destinan a un orfanato en Katmandú y a un proyecto dirigido por la Fundación Bonal en Ruanda para evitar la transmisión del sida de madres a hijos.
La pasión por el viaje y la solidaridad de Ángel queda plasmada en las fotografías que realiza en todos estos sitos, que dan lugar a exposiciones y algunas se recogen en el calendario 2008. “Creo más en la solidaridad personal que en la de grandes oenegés”

¿Cómo comenzó esta afición por viajar a lugares remotos de difícil acceso?

Desde hace 22 años hasta ahora vengo realizando un viaje anual como mínimo. Mi
primer viaje fue a Marruecos, donde llegué con una furgoneta desde Zaragoza. Fue
una experiencia inolvidable



¿Estos viajes los realiza solo?

No, siempre voy con alguien. En los últimos 10 años viajo con mi pareja, y siempre se junta más gente, pero no más de cuatro, porque no es recomendable.

Y eso de unir los viajes a la solidaridad, ¿cómo surgió?

Al estar acostumbrado a viajar por el tercer mundo, ves la gente con la alegría que te trata y a la que no le puedas dar nada a cambio… Cuando terminas el viaje vienes un poco entristecido. Llevaba tiempo madurando en la cabeza el cómo ayudar y lo hice cuando ocurrió el tema del Tsunami. Nos juntamos amigos e hicimos conciertos, ventas de productos y conseguimos unos 3.000 euros que donamos a una fundación. Luego vino la fotografía, que es mi pasión. La gente siempre me animaba a hacer exposición, y yo siempre supe que si la hacía sería para donaciones benéficas.

Desde 1983 ha viajado a más de 50 países, ha conocido realidades que sólo podemos ver en algunos documentales informativos, ¿Cuál es la injusticia que más se ha quedado en su retina y en su cámara?

He visto injusticia en todo el tercer mundo, donde no hay beneficio para el mundo occidental, no hay ningún tipo de ayuda económica… la injusticia es total. En la India, por ejemplo ves las diferentes castas que hay, en las que ellos están contentos por pertenecer a ellas, porque las asumen a causa de la reencarnación…

Desde hace tres meses ha creado la asociación El viajero solidario, que cuenta con una web y organiza conferencias, exposiciones, para recaudar fondos dirigidos a proyectos.

La asociación la componemos personas a las que nos gusta viajar. Con la aportación y ayuda de establecimientos vecinos organizamos conferencias en Caja Laboral, hacemos una revista, un calendario, lotería… Con el primer número de la revista conseguimos 600 euros, que donamos a la Fundación Juan Bonal, y este segundo, será para comprar un telar a unos indígenas de Chiapas.

En la actualidad esta asociación también está colaborando con un orfanato en Katmandú (Nepal)

Sí, este proyecto lo empezaron los dueños del Cafe del Tibet San Jose (Av. San Jose 159) y Café del Tibet Universidad (C/Pedro Cerbuna), al viajar a Katmandú, y conocer un matrimonio joven nepalí que estaba organizando un orfanato. Decidieron donar todas las propinas del establecimiento para ello, y yo también pensé lo mismo con la exposición de mis fotos. Desde Nepal nos están informando en qué se invierte el dinero, que la mayoría es para el mantenimiento del local, de la comida, ropa…Un euro de aquí en Nepal se multiplica por diez.

Estos viajes a estos lugares le sirven para conocer iniciativas solidarias, ¿son más las promovidas por personas o por grandes oenegés?

Me he encontrado más iniciativas personales. De oenegés te encuentras con muy poco, porque hay dificultades, son poblaciones sin agua, luz…. A raíz de la asociación han contactado conmigo personas vinculadas con la solidaridad, como unas chicas de Zaragoza que han creado en la India un orfanato de niños ciegos. Llevan sólo año y medio, y están haciendo cosas maravillosas. Creo más en la solidaridad personal, no a nivel estatal.

El restaurante Baobab ha expuesto muchas de sus fotografías, y otras tantas podemos encontrarlas en un calendario 2008, cuyas ventas irán para el orfanato de Nepal y para un proyecto de la fundación Juan Bonal en Ruanda, explique en qué consiste éste.

La Fundación Juan Bonal tiene un proyecto en Ruanda centrado en evitar la transmisión del sida de madres a hijos. Es una iniciativa interesante, porque en África los niños toman pecho hasta tarde, y cuando les salen los dientes muerden la teta y le hacen sangre a la madre. De esta forma, se contagia el sida de madres a hijos. Este proyecto se centra en leche, medicinas y vitaminas, para que el niño deje el pecho.

Para viajar, usted aprovecha las vacaciones, dejando el trabajo en la imprenta que regenta en la calle Pedro Cerbuna.

Sí, me gusta estar unos 50 días, ver cómo está el país. A veces te levantas con mal humor, así ocurrió cuando estuve en Mali. Veía el tremendo trabajo de las mujeres, cómo se levantan con el amanecer, estando más de 4 horas moliendo el mijo, que es el único alimento que tienen, después la leña, cocinar, trabajar en el campo… Ver esto te quema mucho, porque con un molino nuevo se podría evitar tanto sacrificio. He visto pozos de agua en poblados, pero harían falta también molinos. Esta sensación de impotencia te hace más humano. Yo recomendaría a la gente que hiciera algún viaje así, para que tuviera más sensibilidad…

Así se comprendería más el problema de la inmigración…

Sí, así veríamos a los que vienen en pateras no como turistas, veríamos cómo huyen del hambre, que es lo peor.

Estos viajes son ya una forma de vivir para usted.

Sí, es una pasión, yo ya no puedo vivir sin salir un mes o dos meses a estos lugares.

Al conocer tantas culturas, le será difícil no compararlas con el consumismo del mundo occidental

Sí, por supuesto, pero el consumismo cada vez es más global. En los últimos años hay un cambio radical en el mundo del viaje con la llegada del teléfono móvil e Internet. Ahora en una aldea perdida en la selva, hay incluso telefonía móvil. Hablas con un campesino y tiene su cuenta de correo electrónica. El consumismo lo estamos acercando, les estamos creando más necesidad.

¿Cuál sería el país al que viajaría siempre?

India es el destino que repetiría. De la India se dice que o la amas o la odias, y yo creo que la amo. Viajaría allí todos los años, porque cada día te encuentras algo nuevo, por la gran cantidad de culturas, etnias, religiones…

Cada uno de sus viajes parece irremediablemente vinculado a un proyecto de cooperación…



Sí, por ejemplo, este verano estuve en una asociación de mujeres en Burkina Faso, que trataban como tema central la ablación del clítoris. También vimos una familia en una aldea con 7 hijos, que él padre era trovador y con su música y chistes trataba de sensibilizar a la población sobre esto.